El Desafío de los 30 días. Día 21.

Pregunta 21: Las entidades y poderes que recorren el mundo no viven en una burbuja, independientes unas de otras. Conviven, aman, odian, engañan, se alían, y en definitiva, se relacionan con otras entidades. Literariamente, todas las entidades en mundos con tradición politeísta ha mostrado las relaciones entre sus dioses. Los panteones griegos y romanos, por poner un ejemplo, tenían historias mas retorcidas que algunos de los culebrones que se pueden ver en la televisión. Siendo como eres un creador de dioses… relaciona tu dios con alguno de los otros dioses creados en la pregunta 4 de este mismo desafío.

El ritual de preparación estaba llegando a su fin, él había sido el elegido para la misión, sabía que su largo historial en el secreto Gremio de los Asesinos  había dado por fin sus frutos. Se ajustó el jubón de cuero negro sobre su robusto torso, enfundó sus dos dagas previamente cubiertas de mortal veneno y  se cubrió el rostro con una máscara que representaba un demonio de los bosques de las leyendas.

Esta vez no sabía quién era su pagador, realmente el encargo se lo hizo un intermediario, la verdad es que la suma era bastante elevada por el simple trabajo de eliminar a una chica en concreto.

El asesino nunca hubiese imaginado que detrás de todo estaba un sumo sacerdote de Zhar-Hashut .

El asesino nunca hubiese imaginado que solo era un misero peón que formaba parte de un enorme plan a escala divina ideado por el mismísimo dios oscuro de las Negras Barbas con la intención de eliminar a Dalina, una poderosa paladina al servicio de la diosa Niris.

Es sabido y contado que la mayoría de veces los asuntos entre los diferentes panteones divinos se resuelven mediante fieles seguidores terrenales aunque son muchas las veces que ni ellos mismos saben que son elegidos como arma para tales finalidades, armas prescindibles en cualquiera de los casos...

Dalina portaba una brillante armadura pesada, una elaborada espada de plata y un escudo repujado y engastado con piedras preciosas, ese era su atuendo cuando actuaba como guardiana del templo de Niris, al servicio de la Gran Diosa de la Vida. 

Estaba atardeciendo y los últimos rayos de sol desaparecían por momentos, era el momento del día ideal para el ataque del preparado asesino. Tenia la presa a su merced, aunque bien acorazada, la chica no se esperaría un ataque desde el techo del templo, su plan era caer sobre ella y acuchillar su garganta libre de armadura con una rápida estocada de su daga, encontrar los puntos débiles de sus enemigos era su especialidad.

De repente, Dalina notó algo, ocurrió en un abrir y cerrar de ojos, sin saber como ocurrió alzó rápidamente el escudo en el justo momento de recibir el impacto de una sombra desde el techo y parar la mortal estocada de una daga envenenada, el choque causó una enorme onda expansiva que hizo temblar el templo, ella se notó imbuida por una fuerza sobrehumana al igual que el asesino lanzó un grito de furia al notar como su cuerpo de contraía y endurecía como poseído por algo sobrenatural. Debido al golpe contra el escudo cayó a unos metros de distancia consiguiendo mantener el equilibrio y tomar una postura de ataque, sus ojos se habían vuelto negros como el azabache, su corazón bombeaba sangre a un ritmo endiablado y la piel de su cuerpo se había cubierto de una gruesa capa de escamas que lo protegían.

La paladina irradiaba una potente luz blanca, sus ojos sin pupilas emitían destellos de luz cegadora y su fuerza y resistencia se había multiplicado por cien, alzó su espada que crepitaba con energía mientras que Niris guiaría todos sus ataques.

El tablero y las fichas estaban colocados, tanto como Zhar-Hashut como Niris iban a enfrentarse una vez mas y sus fieles seguidores serían sus abanderados. 

Veloz como el rayo el asesino se lanzó contra Dalina y otra onda de fuerza, esta vez mayor, volvió a barrer el templo, como acabaría el enfrentamiento? Solo los dioses lo pueden saber.