viernes, 25 de marzo de 2016

Guardias de Pasillo enanos.

        Y una vez más me dispongo a escribir estas palabras inspirado por las anotaciones de Nirkhuz en su blog Con D de Dados, en especial en la entrada donde habla sobre Los enanos y el arte de la guerra.
Su articulo es extenso y muy rico en información, pero me gustaría destacar la parte donde se habla de los “guardianes de pasillos”.
No me negareis que no es una escena la mar de épica imaginar a un equipo de guardianes enfrentándose solos a un enemigo que les sobrepasa enormemente en número. Posiblemente siendo corredores y pasillos subterráneos los atacantes mas habituales serían, (según la ambientación usada), goblins, kobolds, skavens, trasgos o un largo elenco de criaturas malvadas de poco tamaño los cuales basan su fuerza y valentía en el número.
Desde mi visión particular estos tenaces enanos se instruyen desde muy jóvenes en el noble arte del combate en situaciones extremas tanto de espacio como de luz y aire, esto último debido a que muchos atacantes pueden usar rudimentarios ataques químicos como letales gases de azufre, esporas de hongos venenosas o compuestos ácidos lanzados en esferas de cristal.

Los Señores de clan escogen a los enanos que formarán parte del cierre de pasillos de entre los mas recios y tozudos además de hábiles tanto en el manejo de armas de asta como armas cortas.
La preparación es igual de dura y exigente, con robustos y pesados escudos de roble tienen que soportar las embestidas de bestias de carga e incluso el empuje de alguna pequeña máquina a vapor, esto fortalece su musculatura hasta limites insospechados.


Como bien nos decía Nirkhuz, su equipo es una pesada armadura de cintura para arriba, las piernas están cubiertas por grueso cuero reforzado mas que nada para proteger de las salpicaduras de productos corrosivos. La principal pieza de equipo es un durísimo escudo de metal que puede llegar a pesar unos 25 kilos de forma que se asiente bien en el suelo frente al enano. Son piezas de elaborada orfebrería con remates de grabados con la historia del clan y recubiertos de gruesos pinchos. Normalmente los Herreros Rúnicos suelen incrustar runas mágicas todas pensadas para ayudar al portador como runas de defensa y de protección.

El enano que no porta el escudo puede ir algo menos acorazado ya que necesita algo mas de movilidad y facilidad para manejar con maestría sus armas largas para eliminar a los enemigos que vayan acosando al escudero. En caso de perder a este enano tiene que ser el mismo portador del escudo el encargado tanto de taponar como de eliminar al invasor por lo que esta armado con una serie de armas a corta distancia como pesadas hachas de mano o afiladas espadas cortas. Incluso, llegado el caso de verse sobrepasado y solo, algunos escuderos mas radicales han mandado incrustar runas explosivas en su escudo de forma que si llegan a verse en serio peligro de caer pueden sacrificar sus vidas activando las runas explosivas acabando así con los enemigos y con decenas de metros de túnel derrumbado bloqueando el acceso.

Para acabar, y para citar casos extremos, en los antiguos libros de batalla puede leerse como lineas enteras de equipos de guardias de pasillo han bloqueado una habitación entera de varios metros de ancho, la formación es una férrea linea acorazada de pared a pared capaz de frenar una estampida de toros bravos, tras ellos, ligeros enanos atronadores lanzan llamaradas a sus enemigos por encima de las cabezas de sus compañeros y pequeñas bombas de mano. Un salón bloqueado de esta forma puede dar el tiempo suficiente a desalojar toda una zona de la ciudadela enana y a establecer otros puntos fuertes tras ellos.
Con todo esto creo que podemos dejar volar nuestra imaginación y crear estos rocosos enanos para nuestras partidas de rol o escaramuzas con miniaturas dando algo mas de variedad a la ya de por si variopinta raza.
Espero que sea de vuestro agrado!


jueves, 17 de marzo de 2016

Punta del Faro, población para Ryuutama.

     Siguiendo la adoquinada Calzada del Mercader, siempre hacia el este, podemos ver a lo lejos una población costera de pequeño tamaño. Lo primero que destacamos es una enorme torre que parece estar algo separada del resto de casas. Así como nos vamos acercando, a los lados de la Calzada nos encontramos con grandes extensiones agrícolas en su mayoría arrozales anegados de agua, si es de día seguro que veremos a los primeros habitantes de la zona recogiendo el diminuto cereal blanco.

Como curiosidad, si este viaje lo hacemos de noche veremos en el horizonte una brillante luz naranja que gira sobre la torre, es en esos momentos cuando nos damos cuenta de que se trata de un antiguo faro.
Aunque de una visión hermosa, viajar de noche no es muy recomendable ya que en las colinas cercanas hay varios asentamientos de nekogoblins, no suelen bajar a los cultivos normalmente pero si que en grupos grandes se pueden envalentonar e increpar a los viajeros y lugareños.

Entrando en la aldea podemos leer Punta del Faro en un enorme cartel decorado, la impresionante torre luminosa además de luz por las noches cede su nombre a la población, un fuerte olor a salitre invade nuestros sentidos.
Sus habitantes son son de escasa altura, con suerte algo mayores que un niño alto, de tez morena y pelo oscuro en su mayoría. Los varones muestran finas barbas trenzadas decoradas con abalorios creados artesanalmente con conchas marinas, los mismos abalorios los usan las mujeres para decorar su cabello y adornar sus vestidos.

La primera impresión es posible que nos parezcan toscos en sus formas pero al poco de tratar con ellos se abren a los viajeros, y más si estos portan materias primas de tierras lejanas para su comercio.
Tras esta primera impresión y compartiendo unas cervezas tibias en la taberna nos contarán que llevan muchas generaciones viviendo aquí, actualmente son unos trescientos habitantes los cuales viven a partes iguales de la pesca y de la recolección del arroz, el pescado suele secarse y salarse y junto con el cereal es llevado por todas las aldeas cercanas para vender o realizar trueque.

Nos contarán que el faro lleva mucho mas tiempo que cualquiera de sus antepasados, al parecer los primeros pobladores llegaron en carretas desde el interior encontrando las ruinas del faro y de la pequeña casa adosada a la torre. Los inicios fueron complicados ya que las ruinas estaban habitadas por una tribu nekogoblins salvajes y los enfrentamientos entre ellos no fueron muy amistosos. Al final pactaron una tregua con su caudillo y se quedaron en las ruinas a cambio de entregarles regularmente cierta cantidad de pescado fresco. Hoy en día aún se siguen dejando cinco cestas de pescado encima de una roca en las afueras de la aldea, aunque la tregua sigue, jóvenes y belicosos nekogoblins intentan de cada vez mas acercarse a las casas.

Lo primero que se restauró fue el faro y la casa y a su alrededor empezaron a levantarse el resto de hogares y edificios comunes, de ahí a lo que es ahora poco mas ha cambiado Punta del Faro.
Actualmente la aldea tiene un gran edificio comunal que hace las veces de lonja del pescado, en tal edificio se reune regularmente en asamblea el llamado Gremio de Pescadores,  básicamente los ancianos del lugar que con su experiencia organizan y gobiernan de forma mas o menos sensata Punta del Faro. Normalmente estas asambleas se hacen en orden y tranquilidad pero esto no quita que algunos de estos ancianos sean algo cascarrabias y mas de una vez hayan terminado tirándose de sus barbas y arrojándose algún que otro taburete a la cabeza, pero eso ya es otra historia.

Lo que está claro es que Punta del Faro, a pesar de su pequeño tamaño es un lugar referente en estas costas y la interminable labor del faro es siempre agradecida por los barcos que de noche se acercan peligrosamente a los acantilados y playas de la zona.